El Desierto de Merzouga en el Sahara, es un paraíso de dunas doradas para vivir experiencias únicas como son paseos en camello, rutas 4×4 y vivir sensaciones bajo las estrellas.
El Desierto de Merzouga, está situado en el sureste de Marruecos. Es uno de los destinos más cautivadores para los visitantes que vengan de España o latinoamérica y descubrir su singular magia.
Su cercanía, a las fantásticas dunas de Erg Chebbi que alcanzan hasta los 150 metros de altura, lo convierten en un lugar imprescindible para vivir el desierto en su máxima plenitud.
Uno de los momentos más espectaculares, del desierto de Merzouga Sahara, es sin lugar a dudas el paseo en camello al atardecer. También al caer la noche, dormir en una jaima bereber bajo un cielo completamente estrellado es una de las mejor experiencias del viaje en el desierto.
Para los visitantes amantes de la aventura, Merzouga ofrece rutas en 4×4 e incluso travesías en dromedario que recorren antiguos caminos caravaneros. Pero no hay que olvidar la increíble hospitalidad local y la gastronomía tradicional en un campamento del desierto.
El turismo en el Desierto de Merzouga, combina emoción y una desconexión total con todos los ruidos de las zonas urbanas.

Cómo ir de Marrakech a Sahara Merzouga
Una es la de alquilar un coche de alquiler en Marrachech. Recomendado para los visitantes que quieren parar en pueblos y lugares de interés como Ait Ben Haddou o el Valle de las Rosas. El trayecto directo son unos 560 km por carretera Nacional 9 y 10, luego R 702 hasta Merzouga.
Excursión organizada privada con la empresa Viajar Marrakech. Entre las muchas actividades que te ofrece esta empresa, está la de comenzar con un rico desayuno, pasear en dromedario, disfrutar del té con los nómadas y dormir en campamentos de lujo.
Merzouga noche estrellada desierto del Sahara
Pasar una noche en el desierto de Merzouga bajo el manto estrellado del Sáhara, es una de las experiencias más mágicas de Marruecos.
La llegada, suele hacerse en camellos al atardecer recorriendo las dunas de Erg Chebbi a la vez que el sol tiñe la arena de tonos ocres y anaranjados.
Al caer la noche, la ausencia de contaminación lumínica, permite observar en plenitud la Vía Lactea y millones de estrellas brillando sobre el horizonte.
El silencio absoluto y la tranquilidad del entorno genera una atmósfera de paz y conexión plácida con la naturaleza.
